En el corazón de la Toscana, en la maravillosa ciudad de Florencia, una mujer ha tejido su propio sueño en el mundo de la moda. Ángela Carpio, nacida en México y enamorada del arte y la cultura italiana desde niña, no solo encontró en esta ciudad su hogar, sino también el escenario perfecto para hacer historia. Pionera en Italia como la primera personal shopper, Ángela ha logrado entrelazar la herencia de sus raíces mexicanas con la excelencia artesanal italiana, creando su propia marca, Ángela Carpio Firenze, que encarna el lujo, la sostenibilidad y la personalización.
Hoy, nos abre las puertas de su vida, revelando el recorrido que la llevó desde los colores vibrantes de su tierra natal hasta convertirse en una figura clave en el mundo de la moda italiana.
Ángela, has tenido una carrera increíble y única. ¿Cómo fue tu vida en México y qué te llevó a mudarte a Florencia para realizar tu sueño en el mundo de la moda?
Desde pequeña, viví en México con la idea de Italia en mi cabeza, gracias a mi madre y mi hermana. Mi madre amaba profundamente la cultura italiana: veía películas en italiano, escuchaba música italiana y soñaba con venir aquí, especialmente a Roma y Florencia. Ese sueño, sin quererlo, también se convirtió en el mío. Empecé a interesarme por la moda de forma limitada, porque en México en los 90, la moda europea era algo lejano. Sabíamos de marcas como Versace y otras firmas internacionales, pero para mí era un sueño pensar en estar cerca de esas maravillas.
Con el tiempo, trabajé como modelo mientras estudiaba lenguas extranjeras en la universidad. Escogí estudiar lenguas porque sabía que me ayudaría a cumplir mi sueño de vivir en Europa. Finalmente, una amiga me regaló un boleto para venir de vacaciones, y recorrimos ciudades como Nápoles, Roma, Florencia y París. Fue en París donde me acerqué más a la moda, perdí mi vuelo de regreso a México y decidí entonces volver a Florencia y trabajar un tiempo para ahorrar y poder regresar.
Lo que nunca imaginé fue enamorarme completamente de esta ciudad. Encontré trabajo, y después de ocho meses, conseguí un puesto en una de las marcas de moda más prestigiosas a nivel internacional. Allí, mi pasión por la moda se encendió de una forma indescriptible.
¡Qué historia tan increíble! ¿Cómo influyeron tus orígenes mexicanos en tu carrera en la moda y en la creación de tu marca, Ángela Carpio Firenze?
Mis raíces mexicanas definitivamente influyeron, sobre todo en mi uso del color. En mi colección trato de incorporar colores vivos que, para mí, evocan México, donde el color no tiene barreras sociales; es parte de nuestra cultura. Esto es algo que he llevado conmigo, incluso aquí en Italia, y que quiero transmitir en cada pieza de mis colecciones. Además, el arte de pintar a mano, algo que forma parte de la tradición mexicana, lo integró también en mi marca. Hay una conexión entre la Toscana y México en cuanto a la artesanía; ambos lugares tienen una profunda cultura de trabajo manual que valoro muchísimo.
¿Cómo surgió la idea de crear tu propia marca?
El deseo de tener mi propia marca nació mientras trabajaba en una marca famosa a nivel internacional. Me frustraba que muchas veces sabíamos lo que querían los clientes, pero nuestras sugerencias no eran escuchadas. Yo pensaba: “Si tuviera mi propia marca, escucharía a mis clientes, haría las cosas pensando en ellos”. Ese pensamiento se fue haciendo más fuerte hasta que decidí dejar esa empresa para convertirme en personal shopper.
Fuiste la primera personal shopper en Italia, lo cual es impresionante. ¿Cómo fue esa experiencia?
Empecé en el año 2000, cuando ni siquiera en Milán sabían bien qué era un personal shopper. Los clientes americanos que venían a la tienda querían ese servicio, aunque no lo ofrecíamos oficialmente. El director de la firma fue muy perspicaz y me dijo: “Ángela, llévalos de compras”. Así empezó todo. Después de varias veces, uno de mis clientes me dijo que debería lanzarme y hacerlo por mi cuenta, porque no existía este servicio en Italia. Así que lo hice, y me convertí en la primera personal shopper en Italia.
Tu enfoque siempre ha sido muy personalizado. ¿Qué importancia tiene la personalización en tu marca hoy en día?
La personalización es clave en mi marca. No es solo un clic en una tienda en línea; mis clientes deben esperar entre 15 y 20 días para que el artesano cree su pieza, pero a cambio, pueden personalizarla a su gusto. Pueden elegir colores, detalles, y todo lo que encaje dentro de mi estilo. No ofrezco productos estandarizados, todo lo que hago está hecho a mano y diseñado pensando en el cliente.
Es fascinante cómo has creado una marca tan artesanal en una época en la que todo parece estar industrializado. ¿Qué significa la artesanía para ti en un mundo tan globalizado?
La artesanía es la esencia de mi trabajo. Creo que en un mundo donde todo parece cada vez más producido en masa, la clave del lujo verdadero está en volver a las raíces. Hace años, el lujo era sinónimo de algo único, exclusivo, hecho a mano con materiales de la más alta calidad. Hoy en día, incluso las grandes marcas han dejado de lado ese aspecto artesanal, y eso es una pena. En mi marca, quiero recuperar ese sentido de exclusividad y autenticidad. Cada pieza que creamos es única, hecha a mano por artesanos, y para mí, eso es lo más sostenible que podemos hacer. Crear algo que dure y que esté vinculado al alma del cliente.
Has mencionado la sostenibilidad. ¿Cómo integra Ángela Carpio Firenze este concepto?
La sostenibilidad está en el corazón de lo que hacemos. Al hacer piezas artesanales y hechas a medida, reducimos el desperdicio. Cada bolso, zapato o prenda se crea solo cuando se pide, lo que elimina la sobreproducción. Además, utilizamos materiales naturales y métodos tradicionales de fabricación que respetan el medio ambiente. Creo que en un mundo donde la sostenibilidad es cada vez más importante, el lujo debe liderar con el ejemplo y volver a sus raíces artesanales.
¿Cómo nace el símbolo de la libélula, que es la identidad de tu marca?
Un día, mientras estaba de vacaciones con mi hijo, vi una libélula preciosa, casi parecía una joya. Fue una señal. Tomé una foto, y cuando el diseñador gráfico me preguntó por el logo, le dije: «Quiero esta libélula«. Es un símbolo de elegancia y transformación, y representa perfectamente lo que quiero transmitir con mi marca. De hecho, más tarde descubrí que la libélula también simboliza la transformación, que es algo que siempre he querido reflejar en mi trabajo: la capacidad de cambiar, de evolucionar, pero manteniendo siempre la elegancia.
¿Cómo vives la experiencia de formar parte de la comunidad mexicana en la Toscana?
Es una experiencia hermosa. Aquí en la Toscana hay una gran comunidad de mexicanas, sobre todo mujeres. Reunirme con ellas me hace recordar mis orígenes y de dónde vengo. A veces organizamos comidas mexicanas, escuchamos mariachi, y es como si por un momento me transportara de nuevo en México. Para mí es muy importante mantener esos lazos y sentirme conectada con mis raíces, aunque esté lejos de casa
¿Qué es lo más asombroso de la Toscana que te enamoró y que hace que no puedas alejarte de este lugar?¿Tienes algún rincón preferido en Florencia donde te guste ir a relajarte o encontrar inspiración?
Lo que más me enamoró de la Toscana son sus paisajes. Los campos llenos de girasoles, los pinos alineados y el verdor infinito son imágenes que me inspiran constantemente. Pero si tengo que elegir un lugar específico, mi corazón está en Florencia. Desde el momento en que puse un pie en esta ciudad, sentí una conexión mágica. Florencia tiene algo indescriptible que me atrapa y me hace sentir que nunca podría dejarla.
Mi oficina está cerca del Ponte Vecchio, y es uno de mis lugares preferidos. Las callecitas de Florencia también son fuente inagotable de inspiración; cada edificio, cada estatua, cada rincón tiene una historia que contar. Pasear por el Ponte Santa Trinita o admirar las esculturas en la Piazza Strozzi siempre me llena de nuevas ideas. Florencia, con toda su historia y arte, es una verdadera inspiración al aire libre.
Como pionera en el mundo de la moda italiana, ¿qué consejo le darías a alguien que sueña con realizarse profesionalmente en Italia?
Les diría que vengan con mucha inconsciencia y una buena dosis de positividad. Italia es un país hermoso, pero también puede ser un reto. Es fundamental tener pasión y perseverancia, porque nada es fácil, pero todo es posible. También es importante estar dispuesto a empezar desde cero. Tu carrera puede no valer aquí hasta que valides tu experiencia o aprendas el sistema local. Lo más importante es tener un sueño claro, ponerle todo tu corazón y nunca rendirse.
La historia de Ángela Carpio es un testimonio de la perseverancia, la pasión y la visión que se necesitan para triunfar en el mundo de la moda. Desde sus humildes comienzos en México hasta su ascenso como pionera en Italia, Ángela ha demostrado que, con corazón y dedicación, es posible convertir los sueños más grandes en realidad. Hoy, su marca no solo refleja la belleza artesanal de la Toscana, sino también el alma vibrante de México. En un mundo donde lo hecho en serie parece dominar, Ángela sigue apostando por la personalización, el trabajo a mano y la sostenibilidad, recordándonos que el lujo verdadero siempre tiene un toque personal.
Mas información y su tienda online oficial aquí.