El complejo museístico Opera del Duomo representa una parada fundamental para todos los amantes de Florencia y un punto de partida, sin duda el más sugestivo, para quienes llegan por primera vez a la ciudad que fue cuna del Renacimiento. Las terrazas de la catedral se encuentran aquí.
Un itinerario único que combina fe, historia y arte. Incluye la Catedral de Santa Maria del Fiore con su fachada neogótica de finales del siglo XIX, el Baptisterio de San Giovanni embellecido por la hermosa Puerta del Paraíso y los mosaicos de la bóveda, la obra maestra de Brunelleschi, el Campanario de estilo gótico de Giotto, los restos arqueológicos de la antigua basílica de Santa Reparata. Por último, el Museo de más de 6. 000 m2 que conserva obras maestras de incalculable valor de artistas como Miguel Ángel, Donatello y Ghiberti.
Para quienes tienen la suerte de visitar Florencia, nunca es suficiente pasear por las calles medievales y descubrir nuevos lugares, estar siempre al acecho de nuevas vistas de la ciudad, nuevas perspectivas que enriquezcan el conocimiento de la belleza circundante.
¿Quién iba a pensar que 150 escalones bastarían para tener una de las vistas más exclusivas de Florencia? Una panorámica de 360 grados que incluye la Cúpula de Brunelleschi, el Campanario de Giotto y el Baptisterio a vista de pájaro; todo esto son las terrazas de la catedral.
¿Dónde se encuentra este maravilloso lugar?
A 32 metros de altura, y precisamente sobre los tejados de las naves de la propia Catedral. De hecho, hay una larga pasarela rodeada por una balaustrada de mármol que recorre el perímetro de la Catedral. Brunelleschi, para reforzar la estabilidad de la cúpula, creó las Tribunas «ciegas», es decir, elegantes estructuras semicirculares revestidas de mármol, y es desde la Tribuna Norte donde comienza este emotivo recorrido.
La entrada al paseo es un golpe al corazón, una maravilla para los sentidos, un silencio lleno de agradables sonidos te envuelve, te catapulta a un lugar donde puedes contemplar la belleza de la ciudad: no sólo los monumentos, los elegantes palacios, las innumerables Iglesias y Cúpulas, sino también los jardines y colinas que parecen proteger Florencia.
Rosetón de la Catedral
Es sorprendente poder admirar desde tan cerca el rosetón de la Catedral, los mármoles y esculturas que caracterizan la fachada y los preciosos detalles que, por desgracia, no se pueden captar desde abajo; así como tener la oportunidad de admirar el interior de la Catedral en su totalidad en el pasadizo de la contrafachada: desde los arcos de las naves hasta las incrustaciones de mármol del suelo con sus diseños geométricos. La última parte del recorrido, la que conduce a la Tribuna Sur, es indescriptible. Estar en contacto directo con el Campanario y la Cúpula le dejará con la boca abierta: ¡pruébelo usted mismo! Es imposible permanecer indiferente ante toda esta belleza.
Dos curiosidades llaman la atención: la primera, las grandes tinajas de terracota en los tejados de las naves laterales que recogen el agua de lluvia tanto para evitar el deterioro de los tejados como para utilizarla en caso de obras en la estructura; la segunda se refiere a la presencia de tejas hechas recientemente pero dejadas envejecer para darles uniformidad cromática de cara a una posible sustitución.
Información útil
Es un lugar que habla, cada elemento emociona, se camina literalmente sobre la historia, se entra en contacto con aquellos que crearon, con duro trabajo, estas maravillas en nombre de una belleza intemporal, una belleza inmortal que representa la historia de la propia Florencia.
No pierda la oportunidad de vivir esta experiencia única en el corazón de la ciudad.
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Descubra el complejo museístico Opera del Duomo en: https://duomo.firenze.it/it/home
