La Fiesta de la Rificolona, que se celebrará el 7 de septiembre de 2024 en la Plaza Santissima Annunziata de Florencia a las 21 de la noche, es una de las celebraciones más antiguas y sugestivas de la ciudad, profundamente arraigada en la tradición popular toscana.
Los orígenes de la fiesta de la rificolona

Los orígenes de esta fiesta se remontan al siglo XVII, cuando los campesinos y peregrinos de las zonas rurales circundantes se dirigían a Florencia para participar en la celebración de la Natividad de la Virgen, que se celebra el 8 de septiembre. La noche anterior, el 7 de septiembre, la ciudad se llenaba de peregrinos que, para iluminar su camino hacia la Basílica de la Santissima Annunziata, llevaban consigo linternas de papel montadas en palos, llamadas «rificolona».

El término «rificolona» probablemente deriva de «fierucola», es decir, una pequeña feria, y se refería originalmente a las campesinas que, con sus vestidos llamativos y su forma de andar, desfilaban en la ciudad para vender sus productos durante el mercado que se celebraba con motivo de la festividad religiosa. Con el tiempo, la fiesta adquirió un carácter más laico y lúdico, convirtiéndose en una celebración popular especialmente querida por los niños.

La fiesta en el presente
Hoy en día, la Rificolona es una fiesta que une tradición y diversión, involucrando a toda la comunidad florentina. Los niños, grandes protagonistas del evento, desfilan por las calles del centro histórico con linternas de colores de todas las formas y tamaños, muchas de las cuales están hechas a mano. Las linternas, símbolo de la luz y la alegría, representan el elemento central de la fiesta: una explosión de colores y creatividad que ilumina la noche florentina. La tradición dicta que los niños, durante el desfile, se diviertan apuntando a las “rificolone” con cerbatanas y semillas de calabaza, intentando perforarlas y hacer que se quemen, en un juego que mantiene vivo el espíritu lúdico y despreocupado de la fiesta mientras cantan la famosa rima: «Ona ona ona, ma che bella rificolona, la mia l’è co’ fiocchi, la tua l’è co’ pidocchi».

La Plaza Santissima Annunziata se convierte en el corazón palpitante del evento, donde se reúnen familias y turistas para asistir a espectáculos, música y, por supuesto, al gran desfile de las “rificolona”. Esta fiesta no es solo una ocasión para recordar las raíces históricas y religiosas de Florencia, sino también un momento de convivencia y celebración para la comunidad, que celebra su identidad a través de una tradición que se renueva año tras año, manteniendo viva la magia y el encanto de una antigua costumbre popular.