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Estamos en el corazón de la parte más antigua de Florencia, justo fuera de las murallas del primer círculo de la ciudad romana y del círculo medieval: en el llamado Borgo dei Greci, apretujado entre el Palazzo Vecchio y la Piazza Santa Croce, donde incluso con sólo pasear se puede «respirar» la historia de la ciudad. Un barrio vinculado a la familia florentina del mismo nombre mencionada por Cacciaguida en el Canto XVI del Paraíso de Dante. Aquí se alza el edificio del siglo XIX que hoy alberga el Hotel Bernini Palace.
Nel picciol cerchio s’entrava per porta che si nomava da quei della pera.
Los registros más antiguos del palacio se remontan al siglo XIV, cuando el edificio era propiedad de la conocida familia Della Pera, antepasados de la histórica familia Peruzzi, que tomó el relevo de los griegos que habían caído en la ruina: eran poderosos financieros con colosales intereses en toda Europa.
En el lado que da a Via dei Leoni/Piazza della Signoria, en la pared del hotel, una losa de mármol recuerda la fortuna de la familia, aún rica y poderosa en la época de Dante: «Nel picciol cerchio s’entrava per porta che si nomava da quei della pera» (Paradiso, Canto XVI ).
En la fachada de la Via dei Leoni aún puede verse la sucesión de arcos rebajados del primer piso del palacio del siglo XV.
Durante siglos, el palacio se ha dedicado a la hospitalidad de los viajeros: en el siglo XVII era el único hotel de Florencia que disponía de agua corriente y un refugio para animales.
Hotel Bernini el albergo dello Scudo di Francia
Ya a mediados del siglo XIX, el palacio es recordado como sede de un elegante hotel, conocido como el Albergo dello Scudo di Francia. Pero fue durante el periodo de Florencia como capital del Reino de Italia (1865-1871) cuando vivió su primer gran momento de esplendor.
El Scudo di Francia se transformó en el Hotel Columbia Parlamento, que, gracias a su conveniente ubicación, era frecuentado por los miembros de la Cámara de Diputados, que se reunían en el Palazzo Vecchio, y por los senadores, que lo hacían en el Palazzo Pitti.
Algunos parlamentarios lo eligieron como residencia permanente, otros lo frecuentaban sobre todo a la hora de comer, cuando se entretenían en largas discusiones informales, tejiendo alianzas y pactando acuerdos que marcaron los destinos de los primeros y convulsos años del Reino.
Entre los tesoros del Hotel Bernini Palace destaca la gran sala con frescos de la primera planta, con retratos de los protagonistas del Risorgimento. Fue la Buvette del Parlamento y hoy es la prestigiosa Sala de Desayunos del hotel.
A lo largo de las paredes se pueden admirar los rostros de las grandes personalidades de la época: Garibaldi en el centro, rodeado de muchos toscanos, como Nero Corsini, último ministro del Gran Duque de Toscana, Giuseppe Montanelli y Cosimo Ridolfi, Vincenzo Salvagnoli y Manfredo Fanti, pero también de piamonteses, Cavour y Brofferio, Balbo y Gioberti, Lamarmora y Valerio, con Giuseppe La Farina. También aparece Daniele Manin, en un homenaje al protagonista de la República de San Marcos de 1849, mientras que Giuseppe Mazzini está ausente, demasiado fiel a los ideales republicanos para jurar fidelidad al Rey y poder así poner un pie en el Parlamento.
También en la planta baja, durante las obras de restauración realizadas a finales de los años ochenta, se sacó a la luz una galería del siglo XVI que hasta entonces había permanecido casi completamente oculta.
Otro descubrimiento fue una serie de hornacinas decoradas con cabezas de mujer adornadas con curiosos sombreros, en recuerdo de una antigua exposición celebrada en el vestíbulo del hotel a principios del siglo XX.
Hotel Bernini Palace, Borgo dei Greci, 29, 50122 Firenze. Sito, Facebook, Instagram
