La ciudad de Pisa, en la costa de Toscana, es sinónimo de la Torre Inclinada. Es difícil pensar en esta ciudad sin evocar la construcción cilíndrica de unos cincuenta y cinco metro de altura ladeada unos cuatro grados hacia el sur. La Torre es uno de los atractivos turísticos más conocidos de Italia y me atrevería a decir que del mundo.
La inclinación de la Torre de Pisa fue un error. El suelo, demasiado blando y arcilloso, no soporta el peso de la estructura. El problema surgió desde el momento mismo de su construcción en 1173. Pero esto no detuvo a los arquitectos. Y es precisamente este error de cálculo el que atrae a millares de turistas todos los años.
Al visitar la estructura te encuentras con cientos de turistas que tratan de tomar una fotografía con las manos extendidas, en posición de sostener el edificio medieval. Pero si bien este es uno de los íconos más reconocibles del mundo, lo cierto es que en Pisa hay mucho más que ver que la Torre Inclinada.
Piazza dei Miracoli

Por supuesto, lo primero que debemos visitar en Pisa es la Torre Inclinada, pero una vez que nos tomamos la foto con las manos extendidas y giramos alrededor del cilindro que parece resistir, contra todo pronóstico, la fuerza de la gravedad, podemos dedicarnos a ver alrededor con más calma.
Y es que la Torre es solamente una de las extraordinarias estructuras que se encuentran en la llamada Piazza dei Miracoli, una plaza o, mejor, un recinto amurallado con jardines de césped verde perfectamente cuidado. En el centro se levanta el Baptisterio dedicado a San Juan Bautista. Completamente construido de mármol blanco, este edificio no solamente es el ejemplo de baptisterio independiente más reconocido del mundo, sino el baptisterio más grande de toda Italia.

El perímetro es de más de cien metros, supera en altura a la Torre Inclinada y el grosor de los muros en la base es de más de dos metros y medio. La construcción se inició en 1152, pero no se finalizó hasta el siglo XIV. Quien visita la Torre no debería olvidar dedicar unos minutos al Baptisterio.
Muy cerca se encuentra la Catedral de Santa María Asunta. Esta extraordinario iglesia medieval es uno de los testimonios vivos del apogeo de la República de Pisa a finales del siglo XI. El pueblo pisano dedicó la catedral a la Asunción de la Virgen. Como el resto de las estructuras de la plaza está hecha casi exclusivamente en mármol blanco. En su interior podemos encontrar importantes pinturas medievales. Además del púlpito de Giovanni Pisano, una de las obras maestras del artista.
Muy cerca se encuentra el Campo Santo, del que se dice que fue erigido sobre un cargamento de tierra sagrada proveniente del Gólgota. Cuenta la leyenda que fue traída durante la cuarta cruzada. Este cementerio, además, guarda una curiosidad etimológica, pues es precisamente gracias a su historia y al nombre que le dieron que existe el sinónimo de camposanto para denominar un cementerio.
Pisa y el mundo underground

Pero Pisa no es solamente monumentos antiguos. De hecho, esta ciudad ostenta el título de poseer el museo más grande a cielo abierto dedicado al street art de Italia. Se le conoce como el camino de los murales y en él participaron artistas como Ozmo, Zed1, Etnik, Fra32, Aris, Moneyless, Tellas, Alberonero, Beast, Rusto, AEC Interesni Kazki e IMOs.
Podría decirse que el camino de los murales está disgregado alrededor de la ciudad. Las pinturas se exponen sobre la pared del Depósito de la Policía Hidráulica, en los muros de iglesias, fachadas de casas, costados de edificios y tapias divisorias.
Al recorrer el camino de los murales experimentamos una sensación extraña en la que el pasado y el presente parecen fundirse por un instante.

De entre todos los murales hay uno que destaca sobre el resto: Tuttomondo, del artista estadounidense Keith Haring. Pintado en 1989 este mural es una de las obras más importantes del planeta en su género. La pintura se encuentra en una pared externa de la iglesia de Sant’Antonio Abate, un edificio de 1341. Solamente Tuttomondo atrae cientos de visitantes al año.
Pisa, además, es una ciudad de estudiantes. Es sede de la Universidad de Pisa, una de las más reconocidas del mundo. Por eso en sus calles podemos encontrar una gran variedad de iniciativas gastronómicas, bares y locales modernos. La oferta es amplia.
¿Qué más visitar en Pisa?

Pisa es la cuna de Galileo Galilei. El astrónomo, ingeniero, físico y matemático es una de las figuras más importantes del Renacimiento. La casa natal de Galilei, también conocida como Casa Ammannati, se encuentra en una de las calles céntricas de la ciudad. Con desviarnos un poco daremos con el edificio que vio nacer a una de las figuras más relevantes de la humanidad.
Otro de los edificios que debemos visitar en Pisa es el Palazzo della Carovana, también conocido como el palacio de los caballeros. Este es el antiguo cuartel general de la Orden Militar de San Esteban. Un palacio de adiestramiento donde los pisanos aprendían el uso de las armas para luego recorrer el Mediterráneo y luchar contra los corsarios.
En el centro de la ciudad también podemos encontrar el Ponte di Mezzo, un puente que cruza sobre el río Arno y que ofrece una hermosa panorámica de la ciudad.

Para finalizar, junto a las murallas de Pisa se encuentra Giardino Scotto. Es un jardín sugestivo en donde los locales pasan el tiempo libre y los fines de semana. A lo largo de un camino podemos ver una hermosa torreta y parte de los muros que antiguamente protegían la ciudad, un lugar ideal para terminar una visita a esta ciudad toscana.

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