Existe una relación antigua entre el ferrocarril y la región. El Gran Ducado de Toscana fue uno de los primeros estados italianos en construir un ferrocarril. La necesidad de conectar Florencia con el puerto de Livorno empujó al gran duque Pedro Leopoldo a contactar directamente con el hijo de Geoge Stephenson, el inventor del ferrocarril.
Con El Duomo descubriremos los ferrocarriles de la Toscana, un medio de transporte útil y cómodo para llegar a las ciudades más importantes y sus obras de arte.

El ferrocarril Florencia-Pisa-Livorno
Fue el primer ferrocarril construido en Toscana, se abrió al público en 1848 y se llamó Leopolda en honor al Gran Duque de Toscana.
Hoy en día, la ruta hasta Livorno es la más frecuentada por viajeros y turistas toscanos. El tren le permite conectar dos ciudades artísticas de fama mundial, Pisa y Florencia. Además, muchos visitantes aterrizan en el aeropuerto Galilei de Pisa, el más importante de la región. Desde aquí, en una hora los convoyes los llevan al centro de la capital toscana. Pontedera merece una visita por el museo Piaggio y Vespa.

La Direttissima Milán-Bolonia-Florencia-Roma
Està conocida como la columna vertebral de Italia y conecta algunas de las principales ciudades del país con trenes de alta velocidad. Desde Florencia se puede llegar a Bolonia en 30 minutos y en 1h30 a Milán. De Florencia a la capital de Italia se tarda poco más de 1h30.
Además de la línea rápida, existe una conexión lenta que conecta numerosas ciudades más pequeñas a las que no llega el tren rápido. En dirección a Bolonia se puede descubrir Prato. Las vías descienden hacia el sur siguiendo el Valdarno, tocando algunos centros como San Giovanni Valdarno o Arezzo, ciudad rica en arte e historia y que alberga un gran anfiteatro. Más al sur, la línea llega a Chiusi, un centro de origen etrusco que alberga un importante museo arqueológico y a Cortona, otro pueblo etrusco y medieval.
El ferrocarril Génova-Pisa-Roma
También llamada Tirrenica porque discurre a lo largo del mar Tirreno desde Génova hasta las localidades de Versilia, Pietrasanta, Forte dei Marmi, Lido di Camaiore y Viareggio. Desde Pisa se llega a Livorno y luego se baja a San Vincenzo, Follonica, Grosseto, Orbetello, Capalbio para llegar a Roma. Es una línea que ofrece conexiones rápidas con Génova y el norte de Italia y con Roma con trenes Intercity y «Freccia Argento».
En verano es muy popular entre los turistas que acuden en masa a las playas. Desde la estación de Campiglia Marittima sale el ferrocarril hacia Piombino, uno de los principales puertos de embarque por la isla de Elba.

De Florencia hasta Lucca
La línea ferroviaria a Lucca fue el primer ferrocarril internacional, inaugurado en 1848 y que conectaba Florencia con el Ducado de Lucca. La terminal florentina estaba ubicada en la estación Maria Antonia, que más tarde se convirtió en Firenze Santa Maria Novella.
El ferrocarril llega a Prato y Pistoia, ambas ciudades históricas y medievales, y a Montecatini Terme, un conocido balneario. Finalmente llega a Lucca, una elegante ciudad famosa por sus murallas defensivas transformadas en jardines. Desde aquí se puede llegar a Viareggio.
Las líneas secundarias toscanas
Además de las rutas más importantes, la red ferroviaria cuenta con numerosos ramales secundarios.
Las líneas de Siena
El ferrocarril central de Toscana se inauguró en 1848 y conectaba Empoli a través de la línea con Pisa y Livorno, con Siena, a lo largo del Valdelsa. Hoy es un ferrocarril secundario que permite llegar a Certaldo, Poggibonsi, San Gimignano, Monteriggioni y Siena. Es muy utilizado por turistas que quieren visitar la ciudad del Palio.
Desde Siena salen dos líneas, una hacia Grosseto, pasando por Val d’Arbia y Ombrone. En Buonconvento, además de visitar el pueblo, es posible llegar a Montalcino y Val d’Orcia. El otro ferrocarril va en dirección Val di Chiana hacia Asciano y Montepulciano, ciudades medievales ricas en historia.
Durante la primavera y el otoño está en funcionamiento el Trenonatura, que recorre el territorio de Le Crete, a lo largo del monte Amiata con una vía férrea cerrada al tráfico con trenes de vapor o vehículos diésel antiguos.
Las líneas de los Apeninos
Desde Pistoia hasta los años 30 existía una línea que cruzaba los Apeninos hasta Porretta Terme y Bolonia, que conectaba el norte con el sur de Italia. Sin embargo, Porrettana permite descubrir lugares ideales para practicar senderismo, como Pracchia.
Desde Florencia hay dos alternativas para descubrir Mugello con Faentina, pasando por Vaglia o Pontassieve. La línea se encuentra en Borgo San Lorenzo y continúa hacia Marradi y Romagna llegando a Faenza.

Desde Pisa, remontando el río Serchio, se llega a Lucca y desde aquí se cruza la Garfagnana y la Lunigiana hasta Aulla, tocando centros para explorar como Barga y Castelnuovo Garfagnana.
Desde Arezzo salen dos ferrocarriles privados de LFI, uno en dirección Val di Chiana hasta Sinalunga y el otro en dirección Casentino que lleva a Poppi y Stia.