Pizza Day: una celebración del plato más icónico del mundo

Cada 17 de enero, el mundo rinde homenaje a uno de los platos típicos más queridos y universales: la pizza. Más allá de ser un alimento sabroso, la pizza simboliza siglos de creatividad, historia y tradición, especialmente en Italia, donde nació como una humilde comida popular y evolucionó hasta convertirse en un ícono gastronómico global. En esta fecha especial, exploramos sus orígenes, su importancia cultural en Italia y las razones por las que ha conquistado los paladares y corazones de millones de personas alrededor del mundo.

El origen de la pizza: de Nápoles al mundo

Aunque los panes planos con ingredientes datan de las antiguas civilizaciones mediterráneas, la pizza moderna tiene sus raíces en la vibrante ciudad de Nápoles en el siglo XVIII. En ese entonces, los napolitanos comenzaron a usar tomates como ingrediente clave, un fruto recién llegado de América. Este sencillo pero innovador añadido convirtió al pan plano en un plato nutritivo, económico y lleno de sabor, que se popularizó rápidamente entre los trabajadores de la clase baja.

El gran salto en la historia de la pizza ocurrió en 1889, cuando el pizzero Raffaele Esposito elaboró la famosa pizza Margarita en honor a la reina Margarita de Saboya. Inspirado por los colores de la bandera italiana, utilizó tomate (rojo), mozzarella (blanco) y albahaca (verde) para decorar el plato. Este gesto no solo enalteció el orgullo nacional, sino que también transformó la pizza en un símbolo culinario de Italia.

Antes de esta consolidación en Nápoles, versiones similares de panes planos existían en otras culturas. Sin embargo, los napolitanos perfeccionaron el concepto, dotándolo de identidad propia con su masa única, ingredientes frescos y métodos de cocción que han perdurado hasta la actualidad.

La pizza en Italia: una tradición y un arte

En Italia, la pizza no es simplemente un plato típico, es una manifestación cultural que combina técnica y pasión. La pizza napolitana es la más reconocida internacionalmente, no solo por su sabor, sino también por los rigurosos estándares que rigen su preparación. Su masa debe fermentar durante al menos 24 horas, se deben emplear tomates San Marzano cultivados en las fértiles llanuras del Vesubio, y la mozzarella debe ser de búfala auténtica.

La cocción es igualmente importante: el horno de leña, con temperaturas superiores a los 400 °C, le otorga ese característico sabor ahumado y la textura perfecta. Este respeto por las tradiciones llevó a la UNESCO a declarar el “Arte del pizzero napolitano” como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2017. En Nápoles, comer pizza no es solo saciar el hambre, es disfrutar de una experiencia culinaria que honra siglos de historia y dedicación.

La conquista global: un placer universal

La expansión de la pizza fuera de Italia comenzó a finales del siglo XIX, cuando los inmigrantes italianos llevaron sus recetas a diferentes rincones del mundo. En Estados Unidos, la pizza encontró su segundo hogar, donde surgieron estilos emblemáticos como la pizza neoyorquina, conocida por su masa delgada y flexible, y la pizza estilo Chicago, con su base gruesa y formato de tarta.

A medida que la pizza se globalizaba, cada cultura la adaptaba a sus ingredientes y sabores locales. En Japón, es común encontrar pizza con mariscos y mayonesa; en India, las especias tandoori son protagonistas; en Brasil, ingredientes como palmitos y maíz dulce son populares. Esta capacidad de reinventarse sin perder su esencia ha sido clave para su éxito mundial.

Hoy en día, se estima que se consumen más de 5 mil millones de pizzas al año en todo el planeta. Desde grandes cadenas internacionales hasta pequeños restaurantes artesanales, la pizza es un símbolo de unión y versatilidad. Puede ser sofisticada o sencilla, y siempre logra conectar a las personas a través de su sabor.

El Pizza Day, celebrado cada 17 de enero, es una oportunidad para reflexionar sobre este plato que ha trascendido fronteras y épocas. Coincidiendo con la festividad de San Antonio Abad, patrono de los panaderos, este día resalta la importancia de la pizza no solo como alimento, sino como una experiencia cultural que nos une.

La pizza no es solo un plato típico, es un legado que ha evolucionado desde sus humildes orígenes hasta convertirse en un emblema global de creatividad y placer. Celebremos su existencia, este día y todos los días, con una porción que honre su rica historia y su inigualable sabor. 🍕

Aqui os dejamos el articulo de los 10 Eventos en Enero que se celebran en la Toscana

Author

El Duomo es…